Entre las múltiples escenas que decoran los muros de Pompeya y en las que está presente el desnudo conviene recordar: Las tres Gracias, Venus Anadiómena, Invocación a Príapo, Casandra raptada por Áyax, El beso del fauno, Bacante sorprendida por un sátiro, La violación de la ninfa Iftima, Hércules reconociendo a Télefo en Arcadia, El centauro Quirón instruyendo al joven Aquiles, Perseo liberando a Andrómeda, Las bodas aldobrandinas, equipacion city etc. Un buen ejemplo es la Alegoría del triunfo de Venus (o Alegoría de la Pasión, 1540-1545) de Bronzino, cuya Venus, tan esbelta y de una actitud casi lasciva, procede, sin embargo, por su postura en zigzag del Cristo muerto de la Pietà miguelangelesca.