La rivalidad se origina por la fuerte enemistad entre los condados históricos de Lancashire y Yorkshire, que se cree popularmente tiene sus orígenes en la Guerra de las Rosas del siglo XV. La afición tras este partido ya empezó a asumir que el descenso era más que probable, algo negativo e histórico para el club puesto que solamente sufrió un descenso en la temporada 1985-86. Las medidas para protestar no cesaron mientras los aficionados discutían en redes sociales sobre si seguir o no seguir las propuestas de la asociación Libertad VCF.