Giambattista Tiepolo fue seguidor de la escuela veneciana, con su rico colorido, cielos claros, paisajes diáfanos, arquitecturas majestuosas, y un cierto aire escenográfico que otorga a su obra una gran fastuosidad y magnificencia. En Italia, Sandro Chia realiza una obra autobiográfica, retratando momentos de su propia existencia, junto a referencias de la historia del arte, especialmente los artistas que más le interesan, como Cézanne, Picasso o Chagall.