Prado, donde las dos figuras recuerdan una al Doríforo de Policleto y otra al Apolo Sauróctono de Praxíteles. En Francia, el arte evolucionó rápidamente desde el gótico hasta el manierismo, sin sentirse apenas el influjo clasicista del primer Renacimiento, debido sobre todo a la estancia en las obras del Palacio de Fontainebleau de varios artistas manieristas italianos (Rosso Fiorentino, Francesco Primaticcio, Benvenuto Cellini), que dieron origen a la llamada Escuela de Fontainebleau, caracterizada por un gusto cortesano y sensualista, decorativo, voluptuoso, de una elegancia lánguida, predominando la pintura mural y el relieve en estuco.