El equipo disputó la final con la equipación de la senyera y se logró la victoria con dos celebradísimos goles del matador Mario Alberto Kempes, logrando así que la Copa de 1979 se convirtiera en la quinta Copa para el club. Tal era la fama internacional de Mario Alberto Kempes que llevó al Valencia a disputar tres partidos de gira en Japón en verano de 1979, algo muy poco habitual en aquellos tiempos.