Arribas no solo llegó, vio e hizo vencer, sino que instauró un modelo de juego, de estructura y de comportamiento que se convirtió en la identidad del club. Su ejemplo en todo fue Bill Shankly, el entrenador socialista del Liverpool que amaba más que nada el respeto, la modestia y el balón por el suelo. Entrenó a equipos de las inferiores sin mayor suerte, hasta que como parte del staff del Rennes coincidió con Henri Guérin, exjugador y entrenador entonces del club (y por una temporada, 61-62, de Saint-Etienne) que recomendó su nombre al presidente del Nantes, que entonces penaba en 2ª división.