En el Carnaval de Cádiz de 1965 la comparsa gaditana “Los Escarabajos Trillizos” (del autor Enrique Villegas) había resultado todo un pelotazo, pese a no ganar el 1º premio. Se había curtido como entrenador en Israel, pero fue su paso por el Red Bull Salzburgo, donde acumuló dos Bundesligas y dos Copas, así como la promesa de un tipo de fútbol asociado a la identidad del Saint-Étienne, lo que decantó su fichaje.