En la temporada 2009/10 se afianzó como titular en el equipo, jugando un total de 52 partidos, siendo el segundo jugador del equipo en partidos disputados, con uno menos que Philipp Lahm. Fue un maestro en encontrar la tonalidad precisa para las carnaciones de la piel -tan solo igualado por Tiziano y Renoir-, así como sus diferentes texturas y las múltiples variantes de los efectos del brillo y los reflejos de la luz sobre la carne.